Hoy, cuando me siento a leer con mi hijo los cuentos de siempre, los de toda la vida, los de Perrault, los de los hermanos Grimm... me pregunto qué pasaría si se los contase adaptados a estos nuevos tiempos.
Así que, os propongo un experimento: ¿cómo sería el cuento de Caperucita Roja surfeando por la red? Allá va...
Había una vez una niña llamada Applerucita Roja, ya que su abuelita le regaló un iPhone5 con una carcasa roja por su cumpleaños.
Un día, la mamá de Applerucita la mandó a casa de su abuelita, porque había recibido un e-mail de ésta diciendo que estaba enferma, para que le llevara en una cesta pan, chocolate, azúcar y el iPad con unos e-books para que estuviera entretenida.
La mamá fue a avisar a Applerucita, pues estaba muy entretenida surfeando por las redes sociales mientras veía que tenía una solicitud de amistad pendiente y aunque no conocía a este nuevo “amigo”, como parecía majete confirmó su solicitud.
Antes de salir, su mamá le dijo: "Recuerda que no debes dar tus datos en internet a desconocidos, no te apartes del camino de siempre, ya que en el bosque hay lobos y haz check-in en cuanto llegues".
De camino actualizó su estado en Facebook: “Voy a casa de mi abuelita tralará, tralará, tralarita”.
Applerucita iba escuchando sus listas de reproducción de Spotify (versión Premium) y , de repente, se encontró con el lobo y le dijo:
- "Applerucita, Applerucita, ¿dónde vas tú tan bonita y tan geek?".
- “A casa de mi abuelita a llevarle pan, chocolate, azúcar y el iPad que está enfermita".
- "¡Vamos a hacer una carrera! Te dejaré a ti el camino más corto por Google Maps y yo el más largo para darte ventaja." Dijo el Lobo con voz de tramposo.
Applerucita aceptó pero ella no sabía que el Lobo la había engañado. El Lobo llegó antes y se comió a la abuelita.
Cuando ésta llegó, hizo check-in en Foursquare como le había dicho su mamá, y se encontró en la cama al lobo vestido de abuelita:
- "Abuelita, qué ojos más grandes tienes", dijo la niña extrañada. "Son para verte mejor", respondió el lobo disfrazado con unas gafas 3D para ver su super tele de 48 pulgadas último modelo.
- "Abuelita, abuelita, qué orejas tan grandes tienes". "Son para oírte mejor", aclaró el lobo, que llevaba unos cascos con Dolby Surround Pro Logic.
- "Y qué boca tan grande tienes". "¡Es para comerte mejor!", y el lobo abrió la boca con intención de engullir a la niña.
Applerucita empezó a correr por toda la habitación y el Lobo tras ella.
Pasaban por allí unos cazadores que también habían hecho check in y habían visto que una tal Applerucita también estaba por la zonay al escuchar los gritos se acercaron con sus escopetas.
Al ver al Lobo le dispararon y sacaron a la abuelita de la barriga del lobo.
Así que Applerucita después de este susto mandó un whatsapp a su mamá prometiendo no volver a desobedecer y tener siempre mucho cuidado con las redes sociales.
Y colorín colorado este cibercuento se ha acabado.FIN
Así que MORALEJA: las redes sociales e Internet en general, pueden ser muy útiles si sabemos utilizarlos adecuadamente. Pero hay que ser precavidos con el uso de la red y no confiar nunca en desconocidos, ya sea en las redes sociales o en el mundo off line.
Siempre hay que seguir los sabios consejos de nuestros padres, pues no somos más inteligentes que ellos, que nacieron con la televisión a color, por consideranos a nosotros mismos nativos digitales.