Aquellos maravillosos años: Cualquier tiempo pasado fue mejor... o no

Ayer me pasó algo muy curioso. De repente, parecía como si me hubiera montado en el Delorean y hubiera viajado al pasado 15 años atrás.

Ayer decidimos salir a cenar fuera en familia. Todo parecía normal hasta que llegamos al restaurante y para asombro mío, estaba allí mismo mi ex novio de la adolescencia.

Bueno, a decir verdad el único noviete serio antes de conocer al padre molón.

En anteriores capítulos (siempre me ha gustado esta frase aunque no pegue mucho) ya os conté algo sobre nuestra historia. Pero para los que no os apetezca leer más o simplemente para contaros una historieta de "aquellos maravillosos años", vamos a empezar por el principio...

¿Y cuál es el principio? Bueno, pues pongámosle un nombre... Ya le bauticé en el anterior post como Dylan, pero que conste que no es tan guapo como el prota de Sensación de Vivir, así que seguiremos llamándole así.

Conocí a Dylan porque era el amigo de un amigo de una de mis amigas de toda la vida. Al principio, salíamos en pandilla sin más. Hasta que el cinco de enero de 1995 (uf! cuánto tiempo ya, si eso es del siglo pasado) me pidió salir.


A mí me tenía fascinada. Un morenazo, alto y de ojos negros. Además, tocaba la guitarra en un grupo y dibujaba que te mueres. Tenía todo para que una niña de 16 años se enamorara locamente.

Pero bueno, este príncipe azul desteñía bastante aunque no lo quería ver... Estuvimos yendo y viniendo, con buenas rachas y peores, tres años. Pero esto no era el final.
image


Cortó conmigo una semana antes de selectividad (qué mala leche, ya podría haberse esperado unos días) y lejos de ser el fin, sólo empezamos una relación llena de altibajos: hoy somos amigos, mañana nos odiamos a muerte y pasado "te quiero mucho perrito pero pan poquito".

A partir de aquí empezó a comportarse en modo "ni contigo ni sin ti". Un día estábamos juntos y al día siguiente no.

Y fue ahí donde entró en juego mi mejor amiga. Entre dimes y diretes, me los encontré en una fiesta en Húmera muy acaramelados y vale, ya no salíamos juntos pero la traición de mi mejor amiga fue lo que más me dolió.

De todas maneras, con el paso del tiempo, me di cuenta que fue lo mejor que me pudo pasar para separarme definitivamente de todo aquello. Había pasado más de un año desde que cortó conmigo y me lo hizo pasar realmente mal y para colmo, también pagué el precio de quedarme sin amiga.

Y así pasaron los años y los años... Conocí al papi molón, que me devolvió la sonrisa y volví a recuperar la relación con mi amiga.

¿Pero qué fue de Dylan? Pues nunca más se supo. Reconozco que más de una vez me ha picado la curiosidad y hasta me ha resultado gracioso que jamás nos hubiésemos vuelto a cruzar.

Muy gracioso, sí. Hasta que ayer, después de unos 15 años le volví a ver.

Me costó reconocerle, estaba más gordo y llevaba gafas. Eso sí, la misma cara de cabreo perenne. Lo primero que pensé cuando me di cuenta de que era él fue cómo pasan los años y seguidamente caí que el tiempo pasa para todos.

OMG! ¿Me verá igual de mal que yo a él? No es modestia a parte, pero yo creo que estoy mucho mejor ahora que hace quince años, incluso siete! La maternidad me ha hecho más guapa por dentro y por fuera, y eso se nota.

Por un segundo me imaginé qué había sido de su vida en todo este tiempo. Estaba cenando con una chica que supuse su novia, pero muy cariñosos no se les veía, ¿sería una amiga? No había niños con lo que pensé que aún no tendría hijos (majo, se te va a pasar el arroz...)

Luego me imaginé lo que él podría pensar de mí. ¿Me vería desmejorada? No creo... (menos mal que una se ve mejor con los labios pintados de rosa ;-) ) ¿Se imaginaría que había formado una familia? Era obvio, estaba cenando con el Papi y El Niño molón. ¿Pensaría que soy feliz? No sé, la verdad es que sin ningún tipo de intención, no pude dejar de sonreír durante toda la cena.

Me sentía feliz. Feliz de haber continuado con mi vida. Feliz de haber conocido al papá molón. Feliz de haber creado una familia estupenda. Feliz de poder sonreír sin más. Y feliz de no sentir rencor.

Va a ser verdad que los años te hacen más viejo pero más sabio. Tuve tentaciones de acercarme a saludar pero no sabía muy bien qué decir... Sentí cierta nostalgia porque supe que no volveré a cruzarme con él seguramente en otros quince años pero hay cosas que hay que dejar correr.

Y así, llegó el final. Él terminó de cenar, pagó la cuenta y se fue...

Eso sí, al salir por la puerta no pudo evitar girarse y mirarme, a lo que yo respondí con un gesto de saludo y él con un tímido "hasta luego" y una medio sonrisa, la única en toda la noche.

Quince años después volví a escuchar su voz y ver esa medio sonrisa que me enamoraron...

Quince años después, sé que ya no hay rencores y que cada uno fuimos más felices con la vida que elegimos.

Ahora ya ha llegado el momento de volver al Delorean y regresar al futuro.

Carnaval, carnaval... DIY vs BIY

Qué no llego, qué no llego...! Y es que ya casi es carnaval y este año no he tenido
ganastiempo de preparar un disfraz "heartmade" (y con estas manitas) para El Niño Molón.

Este año, la temática en el cole era bastante difícil. Y es que han elegido el Rey León. Y claro, mi niño que es muy royal, no ha querido ir de otra cosa que no fuera de Simba.

Confieso que me planteé hacer el disfraz yo misma, pero no encontré ningún tutorial de ninguna #buenamadre que fuera para torpes como yo. Y como no coló que fuera de palmera tropical... pues no tuve más remedio que acudir al chino más próximo para que me hiciera el trabajo de #malamadre, que ya el año pasado con el disfraz de Peter Pan creo que cubrí el cupo.

Y oye, qué bien me cosen estos chinos! Para mi descargo, diré que he puesto todo mi empeño en el "make-up" y no me ha quedado tan mal... Si os pica la curiosidad, en mi Instagram podréis ver unas fotillos en breve ;-)

Pero si de verdad queréis un disfraz molón que sea un poquito DIY pero no tengáis que hilvanar una aguja, no podéis dejar de ver los disfraces de El Cajón de Valentín, una tienda online muy chula que conocimos gracias a Kideoo, con un montón de cositas entre las que destacan sus juguetes educativos, libros y mucho más.


20140226-190001.jpg
¿A qué es una idea genial? Y además, perfecto para que los peques puedan participar y crear su propio disfraz.

Además, si os registráis en su página podréis descargaros un Paper Toy de Valentín y pasar un buen rato al igual que lo pasamos nosotros hace unas semanas cuando asistimos a la presentación de este proyecto.



20140226-190931.jpg

Y vosotros, ¿tenéis preparado ya el disfraz de carnaval? Contadme!

Por aquí la Madrina Molona sí que se lo ha currado y se ha marcado un disfraz de Harry Potter todo DIY para su peque, por eso es molona, no? ;-)

Nunca es tarde si el regalo es... personalizado

Y es que ahora parece que lo personalizado está de moda. Desde las latas de Coca-Cola con nuestro nombre hasta los botes de Nutella, no hay mejor estrategia que personalizar lo cotidiano para llegar al corazón.


Y ahora que ya pasaron los Reyes Magos y hasta San Valentín, las ideas para regalar algo original van escaseando. Y nos acercamos peligrosamente al Día del Padre!!!

Y es que después de seis años de regalos, el dibujo del Niño Molón para poner en la oficina o el jersey de Zara comprado con mucho, mucho love ya se queda un poco desfasado...

Pero este año tenemos el regalo perfecto. Y es que lo personalizado, hoy por hoy, está triunfando y no hay que quedarse sin sorpresa molona porque hay muchas maneras de poner nuestro trocito de corazón en ese regalo para papá (o para el abuelo, el padrino o el hombre de tu vida).

Aquí os dejo un par de ideas molonas para que empecéis a preparar esos regalos especiales y únicos.

Gracias a PhotoBox, pude preparar ese regalito especial que fuera práctico y único.

Poder incluir algo tan personal y significativo como una imagen en la funda del móvil o la tablet, en nuestro calendario, en la taza del desayuno o simplemente un álbum de fotos en papel en el que se plasmen esos recuerdos especiales, es ya un detalle muy especial para esa persona.

En mi caso, no me pude resistir a elegir un juego de tazas que personalicé para regalar a mis chicos molones (y es que últimamente mi vida está llena de hombres!)

El primer juego de tazas estaba dedicado al Niño Molón y a su papá. Utilicé las ilustraciones que nos hizo Laura de La Niña Sin Nombre que encargué como regalo muy especial (y totalmente personalizado) para celebrar nuestro décimo aniversario de boda y el cumple del peque.

Os recomiendo encarecidamente que visitéis su web y veáis las cosas tan bonitas, sus #biutifulzins, que hace con mucho, mucho amor del bueno y son verdaderos #suspirosdeamor y de paso, pongáis una sonrisa al día con sus historias con la NSN ;-)

Aquí podéis ver la taza exclusiva del Niño Molón:



20140220-154436.jpg

Y aquí la taza especial para el papá, que incluía las tres ilustraciones que nos hizo Laura para que tenga bien presente a toda la familia molona en sus desayunos ;-)



20140220-155355.jpg

El otro juego de tazas estaba especialmente dedicado a los peques de los Padrinos molones. Y es que ahora que ya son un poco más mayores creo que les hará ilusión reconocerse en la taza del desayuno.

Así quedaron las tazas para ellos personalizadas con su foto y nombre:


20140220-155959.jpg

Creo que como estos, no hay otros regalos igual. Y todos quedaron encantados! Y el proceso para personalizarlo fue muy sencillito, sin complicaciones (sólo decidirte por la imagen a elegir, que a mí me costó porque tenía tantas fotos bonitas...)

Así que ya tenéis unas cuantas ideas para hacer que ese detalle para esa persona especial sea único.

Y vosotros, ¿tenéis ya alguna idea para regalar a los papás?

Nonabox in love

Hace tiempo que no os enseño la cajita Nonabox y sólo puedo decir que es todo amoooor!

No me quiero alargar mucho porque creo que una imagen vale más que mil palabras pero sólo diré que la cajita de enero está llena de monerías y de productos súper útiles.

Muchos de ellos ya son viejos conocidos como la antiestrias de Bepanthol y los chupetes molones de Suavinex, y otros son nuevos por probar como el body milk Begining de McLaren o el gel íntimo de Saugella.

Uno de los detalles que más me han gustado ha sido la "tote bag" con el conejito emblema de Nonabox, todo un acierto y muy útil para llevar todos los extras que las mamis tenemos que tener siempre encima.

Y sin más, os dejo con las sorpresas que escondía la cajita de este mes...


20140216-164007.jpg

Y si tú también quieres recibir una cajita como esta o hacer un regalo especial, aprovecha y no dudes en suscribirte a alguno de sus planes (mensual, trimestral, semestral o anual) que ahora están de rebajas y tienen hasta un 50% de descuento!



20140216-172622.jpg